viernes, 16 de abril de 2010

¡Enorme Juli!

Octava de feria
Sevilla, 16 de abril de 2010
El Juli dijo aquí estoy yo. ¡Y cómo lo dijo! Por si quedaba alguna duda, el torero de Velilla de San Antonio está en su momento cumbre. Ayer se comprobó bajo la lluvia en el ruedo de la Real Maestranza. Enorme, torero.
Algunos entraran ahora en la discusión de si el Sr. Teja –cuya rehabilitación en la presidencia se ha demostrado innecesaria— debía haber dado dos orejas en el primero y una el cuarto. Falso debate, afirmo. Cuando se está como ayer lo hizo El Juli, este debate carece de sentido. La almendra de la cuestión es otra bien distinta, es que no se puede torear con más temple, con más hondura, reunido en un palmo de terreno, sin dejar más tiempos muertos que los necesarios para que respirara  su enemigo.
Cuando todo eso se hace así con capote y muleta, cuando además se va uno detrás de la espada con tanta verdad como lo hizo, perderse en los errores de la presidencia es pueril. El Juli ha demostrado que está en tal dimensión que no se le puede medir por la aritmética de los trofeos, sino por la forma de plasmar en eternidad el arte efímero del toreo.
Se podrá aducir que tuvo la suerte de cara; es cierto, le correspondieron los dos únicos  toros que permitían el toreo, dentro de la corrida de El Ventorrillo, de correcta presentación pero muy desigual juego. Pero no sé quien tuvo más suerte, si el torero en el sorteo, o los dos toros por caer en semejantes manos.
Los taurinos dicen en circunstancias parecidas que “el torero ha estado cumbre”. Prefiero decir que está en su plena madurez artística y profesional. Cuando además se le desborda la afición, se sitúa ya en los límites a los que han llegado muy pocos en esta Fiesta.Su salida en triunfo por la Puerta del Principe, con una multitud queriendo arrancarle un recuerdo de su terno azul pavo y oro,  tuvo mucho peso, de las más auténticas de los ultimos tiempos.
Mi respeto  para Sebastián Castella (de nazareno y oro) y Miguel Ángel Perera (de fucsia y oro), que no tuvieron opciones, salvo para ser privilegiados espectadores de la tarde apoteósica de su compañero de cartel.
El Juli ha puesto el listón muy alto.  Queda mucha feria por delante. Al propio torero le quedan dos toros para el próximo martes. Pero hay que reconocer que mucho tendran que empeñarse los que vengan detrás para superar lo visto esta tarde, climatológicamente tan poco propia de la primavera sevillana.
Y una nota: rememorando a su augusta abuela, en el Palco Real presidió el festejo la Infanta doña Elena.

©Antonio Petit Caro



Sobre este torero se puede ver también:
http://mistoreros.blogspot.com/2010/04/el-juli-algo-mas-que-cuatro-ocurrencias.html

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