lunes, 28 de junio de 2010

Fin de semana en los ruedos

La jornada del domingo
El idilio de Madrid con Frascuelo

Todas las plazas tienen su debilidad. El sector de los asiduos de Madrid la tienen en Carlos Escolar “Frascuelo”, que se resiste a dejarlo, aunque sea a base de una corrida por temporada. El domingo se pudo comprobar. Le tocó en suerte un cuarto toro razonablemente potable, pero meterse con él requería un esfuerzo que no se le podía pedir al torero. Por eso dejó detalles, pero nada más. Pese a todo, para él fueron las palmas de la tarde. En cambio, con menos reconocimiento pasó Fernando Robleño, pese a que frente a la mansada salmantina demostró una disposición de ánimo encomiable, ahora que las empresas se acuerdan poco de él.

Por lo demás, la jornada dominical dejó poca historia. Ni un lleno y triunfo sólido de Castella en Burgos y de Diego Ventura en León, donde demostró cuanto le motiva torear con Hermoso de Mendoza. Anotemos, en fin, la reaparición del mejicano David Silveti en Barcelona, tras la cornada de Sevilla.

No deja de ser lamentable que la noticia del día haya sido el incidente provocado por el delegado gubernativo en el callejón de Las Ventas con su arbitraria decisión de expulsar al periodista José Luis Ramón, cuando cumoplía con sus obligaciones profesionales, durante la retrasmisión del festejo por Telemadrid.

MADRID.- Un cuarto de plaza. Toros de Navalrosal (1º). y José Ignacio Charro.  Frascuelo, silencio y saludos tras aviso. Fernando Robleño, palmas en ambos. Luis Miguel Vázquez,silencio y silencio.

SORIA.- Tres cuartos de entrada. Toros de Albarreal, manejables. El Juli, oreja y saludos. Miguel Ángel Perera, silencio y ovación. Joselito Adame, oreja y ovación tras aviso

BURGOS.- 2ª de Feria. Tres cuartos. Toros de Antonio Bañuelos.El Cid, silencio y oreja. Sebastián Castella, oreja y dos orejas. Alejandro Talavante, silencio y oreja.

ALGECIRAS (CÁDIZ).- Tres cuartos de entrada. Toros de Juan Pedro Domecq. Morante de la Puebla, palmas y saludos tras dos avisos.  José María Manzanares, saludos y saludos. Cayetano, palmas y palmas de despedida.

AZORES (Lisboa). Tres cuartos de plaza. Toros de Rego Botelho y Albino Fernandes. Tiago Pamplona, vuelta y vuelta. Tiago Ferreira, vuelta y vuelta. Antonio Ferrera, vuelta y dos vueltas al ruedo.

MURO (Mallorca). Tres cuartos de plaza. Toros de Lagunajanda y dos de Benítez Cubero. Noelia Mota, oreja y dos orejas. 'El Cordobés', oreja  y dos orejas. Miguel Abellán, dos orejas y ovación. 

VINAROZ (Castellón). Toros de Diego Puerta. Rafael Rubio 'Rafaelillo', silencio y oreja. David Fandila 'El Fandi', oreja y oreja. Daniel Luque, oreja y dos orejas.

BARCELONA.- Un cuarto de entrada. Novillos de Yerbabuena, nobles pero sin fuerzas. Thomas Duffau, saludos y vuelta. Juan del Álamo, oreja y silencio. Diego Silveti, saludos tras aviso y saludos tras aviso.

ALDEA DEL FRESNO (Madrid). Novillos de Guadajira. Pedro Carrero, ovación con saludos y dos orejas. Gómez del Pilar, oreja y oreja. Emilio Huertas, dos orejas y silencio. Gómez del Pilar fue cogido por su primero y fue atendido en la enfermería de un puntazo en el abdomen y un traumatismo craneal.

MARCHENA (Murcia). Más de media plaza. Novillos de Montealto. Conchi Ríos, oreja y oreja tras aviso. Miguel Ángel Moreno, oreja y oreja. 

NAVAS DE SAN JUAN (Jaén). Media plaza. Novillos de Los Chospes. Emilio Martín, silencio tras aviso en ambos. Alejandro Enríquez, oreja y silencio. Pedro Marín, oreja y oreja.

RIEUMES (Francia). Novillos de Luc y Marc Jalabert. Patrick Oliver, saludos y silencio. Tomasito, saludos y oreja. Mathieu Guillon, oreja y oreja.

SAINT SEVER (Francia). Media plaza. Novillos de José Escolar. Juan Manuel Jiménez, silencio en ambos. José Arévalo, silencio tras aviso y silencio. Víctor Barrio, silencio tras aviso y oreja. 
LEÓN.- Tres cuartos de plaza. Toros de Luis Terrón, de buen juego. Fermín Bohórquez, silencio y dos orejas. Hermoso de Mendoza, dos orejas y saludos.  Diego Ventura, dos orejas y dos orejas y rabo.

ALICANTE.- Tres cuartos de entrada. Toros José Murube. Rui Fernandes, palmas tras aviso y petición y oreja. Andy Cartagena, oreja tras petición de la segunda y oreja tras petición de la segunda. Leonardo Hernández, oreja y oreja.

BOADILLA DEL MONTE (Madrid). Más de media plaza. Reses de Atanasio Fernández. Raúl Martín Burgos, dos orejas y dos orejas. Sergio Domínguez, oreja y oreja. Mariano Rojo, dos orejas y oreja.


La jornada del sábado
Indulto para un “cuvillo”

Sin que ninguna plaza en feria se llenara, pese a que estaban anunciadas todas las figuras, la jornada del sábado registró como nota más destacada el indulto de un toro de Núñez del Cubillo en el ruedo de Algeciras, con el que triunfó Miguel A. Perera. Junto a este punto principal, anotemos el final de la feria de Alicante y la presentación en Europa del mexicano “El Zapata”, en la plaza francesa de La Brede.

Por lo demás, El Juli sigue en su línea, Enrique Ponce se apunto a su anual triunfo en León, El Cid cogió aire en Soria y Rubén Pinar en Alicante. Por otro lado, se inició la feria de San Pedro en Burgos.

Y en el siempre negativo lado de los percances, anotemos que el novillero Sergio Blanco ha resultado cogido en Haro (La Rioja), donde por el quinto novillo le provocó la fractura del húmero y diversos traumatismos.

ALGECIRAS (Cádiz).- 5ª de Feria. Dos tercios de plaza. Toros de  Núñez del Cuvillo, bien presentados y en tipo y de buen juego en conjunto; el 3º, de nombre 'Lanudo', número 74 de 496 kilos, , con mucha calidad y clase, fue indultado. El Juli, oreja y oreja. Sebastián Castella, dos orejas y gran ovación tras petición. Miguel Ángel Perera,  dos orejas y rabo simbólicos y saludos.

LEÓN.-2ª de Feria. Tres cuartos de plaza. Toros de Zalduendo, desiguales de presencia, cómodos de cabeza, manejables en conjunto., el 5º premiado con la vuelta al ruedo. Enrique Ponce, ovación y dos orejas. Morante de la Puebla, oreja y saludos. El Fandi, dos orejas y oreja. Cayetano, palmas y oreja.

ALICANTE.- 9ª Hogueras. Media plaza. Toros de Puerto de San Lorenzo, La Ventana del Puerto (5º) y Los Chospes (3º), desiguales de presencia y de juego. Destacó el 6º, premiado con la vuelta al ruedo. Jesulín de Ubrique, silencio tras aviso y saludos tras aviso. Manuel Díaz 'El Cordobés', oreja y oreja tras aviso. Rubén Pinar, silencio y dos orejas.

SORIA.- 2ª Feria. Más de dos tercios de plaza. Toros de Juan Manuel Criado y dos de Luis Algarra (3º y 5º), deslucidos en conjunto. El Cid, dos orejas y silencio. José María Manzanares, saludos en ambos. Alejandro Talavante, oreja y silencio.

BOADILLA DEL MONTE (Madrid).- Toros de Clairac. Juan Bautista, silencio y oreja. César Jiménez, oreja y silencio. Luis Bolívar, oreja y silencio.

LA BREDE (Francia). Toros de Adelaida Rodríguez . Uriel Moreno 'El Zapata', silencio y dos orejas. Curro Díaz, oreja en ambos. Julien Lescarret, silencio en ambos.

ABENÓJAR (Ciudad Real).-  Novillos de Luis Frías. El rejoneador Miguel Ángel Martín, dos orejas. El Califa de Aragua, oreja y silencio. Javier Martín, silencio y oreja.

HARO (La Rioja).- Novillos de Hermanos Víctor Romero. Carlos Durán, oreja, ovación y ovación en el que mató por Sergio Blanco. Sergio Blanco, ovación en el único que mató. Rafael Castellanos, ovación y oreja. El novillero Sergio Blanco ha resultado cogido por el quinto novillo sufriendo la fractura del húmero y diversos traumatismos.

SAN PEDRO (Albacete).- Tres cuartos de plaza. Novillos de José Antonio Herrero. Alejandro Enríquez, oreja y oreja. Daniel Palencia, oreja y dos orejas

TARASCON (Francia).- Tres cuartos de plaza. Novillos de Hubert Yonnet, encastados, el 6º premiado con la vuelta al ruedo. Mathieu Guillon, oreja y vuelta. Mario Alcalde, silencio y oreja. López Simón, oreja y dos orejas. 

VILLARTA DE SAN JUAN (Ciudad Real).-  Tres cuartos de plaza. Novillos de Víctor y Marín (1º); Javier Gallego (2º); Tomás Frías (3º). Palancares (4º bis). Fernando Tendero, dos orejas, palmas, dos orejas y rabo y dos orejas. Informa Ignacio Rubio 

ALDEA DEL FRESNO (Madrid).- Novillos de Coto de Lindes. Martín Burgos, oreja y dos orejas y rabo. Juan Carlos Jiménez, palmas y oreja y Joao Moura hijo, palmas y dos orejas.

NAVASFRÍAS (Salamanca).- Novillos de Los Bayones. Rodríguez Gaona, oreja y oreja. Francisco Palha, oreja y dos orejas.

MEDINA DE RIOSECO (Valladolid).- Un cuarto de plaza. Reses de Cruz Madruga. Sergio Vegas, ovación. Curro Bedoya, dos orejas. La corrida se suspendió por la lluvia al caer el segundo toro, por lo que no pudo actuar  Manolo Manzanares.

sábado, 19 de junio de 2010

Los aficionados piden a Esperanza Aguirre un cambio copernicano para Las Ventas

Madrid, 19 junio 2010.-
Diez asociaciones de aficionados de Madrid se han dirigido a la Presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, solicitando que no se conceda la prórroga en el contrato de explotación de Las Ventas a la empresa Taurodelta y que se replantee lo que ahora se llama  Feria del Aniversario.

La petición la suscriben la Federación Taurina de Madrid, la Unión de Abonados y Aficionados, la asociación “El toro”, la Asociación de Abonados de Madrid, la asociación Casa de Córdoba, las Peñas “Los de José y Juan”, “El 7”, “El Puyazo” y “Los Cabales” y el Club Taurino Madrileño. La representación no puede ser más amplia ni más diversa: se reúnen todas las sensibilidades de la afición que acude a Las Ventas.  El dato no es baladí. Ni por la diversidad de firmantes, ni por lo inusual de que todos ellos coincidan en unos puntos fundamentales, ni por el propio tono del escrito: no se puede pedir más corrección y mesura.

Obviamente, se parte de un análisis tan crítico como razonado de lo ocurrido en Las Ventas en los dos recientes abonos. Consideran que Taurodelta confeccionó los carteles “más anodinos, sosos, pobres y sin interés que se recuerdan en toda la historia de la Feria”,  incumpliendo de forma reiterada las cláusulas A, B y D del pliego de adjudicación. Pero de ello no eximen de responsabilidad a la propia Comunidad, por cuanto elaboró y hoy mantiene “un Pliego pensado exclusivamente para ganar el máximo dinero posible de los toros… desentendiéndose de la calidad de los festejos y de los intereses de los profesionales de la Fiesta y de los aficionados”.

Por todo ello solicitan de Esperanza Aguirre seis medidas:
no conceder la prórroga del contrato a Taurodelta
modificar el sistema de gestión de la Plaza, para que la propia Comunidad tenga una intervención más directa y decisoria
suprimir la feria del Aniversario y reestructurar la programación de todos los espectáculos: que San Isidro vuelva a ser una feria del máximo interés y que el resto de la temporada se potencie
establecer la figura del Defensor del abonado-aficionado
recuperar la Venta de El Batán
instaurar un procedimiento de participación de los aficionados en la gestión de la temporada.

Como bien dicen las agrupaciones firmantes, “estas medidas no garantizan festejos memorables. Luego, el toro tiene que embestir y el torero tener el valor y el arte precisos. Pero, al menos, sí aseguran un enfoque cultural de la gestión de la Fiesta, en coherencia con la declaración de la Tauromaquia como Bien de Interés Cultural, actualmente en tramitación, iniciativa en la que estamos apoyando a la Comunidad”.

Resulta casi imposible no coincidir con este diagnóstico y con las peticiones que le siguen, en la medida que responden literalmente con la realidad. Pero dicho lo cual hay que afirmar también que pueden abrigarse muy serias dudas de que la Comunidad haga otra cosa distinta que acusar recibo del escrito, si es que protocolariamente lo hace.

Y esto no es ser pesimista. Esto es, simplemente, aplicar al pie de la letra las declaraciones lamentabilísimas del Vicepresidente de la Comunidad a la cadena COPE y las no menos imprudentes del Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos a distintos medios digitales.

Por ejemplo, con una imprudencia casi escandalosa en cargos políticos, confesaban una proximidad con Taurodelta a todas luces innecesaria e impropia: aunque se tenga de ellos la mejor opinión y la mayor proximidad, unos políticos --que son los contratantes-- no pueden pronunciarse tan paladinamente como lo hicieron. No es que estuvieran encantados, es que, pese a todo lo que estaba cayendo, dejan más que entrever que la prórroga estaba ya decidida. Y no es peor la imagen de maridaje contratante-contratado, que en algunos pasajes de las citadas declaraciones provocaban sonrojo entre los bienintencionados; entre los mal pensantes, mejor no especificar.

Por otro lado, razón les sobra a los aficionados en la petición de suprimir la Feria del Aniversario. Aquello se inició por dos causas: un hecho circunstancial, el verdadero aniversario, y una fórmula para aliviar el bolsillo de los abonados: se acortaba en una semana los sanisidros –que era el abono obligatorio— y los festejos suprimidos se trasladaban a otro abono voluntario. Y todo ello, de paso, asumiendo la Comunidad riesgos económicos ante las posibles pérdidas de esta segunda serie de festejos. La idea no era mala. Lo que ocurre es que luego la empresa adjudicataria, esto es: Taurodelta, se dedicó a trasvasar carteles de interés del abono principal al secundario, para salvar este segundo. Total, que entre unos y otros han hecho bueno el comentario de un castizo: “los aniversarios como mejor se celebran es con una tarta de velitas,  sin más inventos, que luego los carga el diablo”.

Reconociendo que todas las demás peticiones están sobradas de razón, conviene fijarse sobre todo en una de ellas: modificar el sistema de gestión, para implicar más a la Comunidad y a la propia afición, que es como la auténtica conclusión de todo el escrito. En efecto, la verdadera revolución de Madrid radica ahí.

Nadie discute que Madrid es mucho más que una simple Plaza: es el centro del universo taurino. En consecuencia, hay que gestionarla con esa visión amplia de quien es consciente que tiene en sus manos el nudo gordiano de la Fiesta. Todo lo que en ella ocurre, repercute, claro está, en la afición capitalina; pero, sobre todo, tiene una influencia decisoria en el resto del orbe taurino. Siendo así que los propietarios del coso se ciñan  a una gestión meramente económica no sólo es un error mayúsculo, sino un daño grave para la globalidad del toreo. Por eso, este proceder nada tiene que ver con ningún género de intervencionismo de lo público en lo privado; toma su razón de ser de algo más profundo: precisamente como la Fiesta es un Bien Interés Cultural y que hoy como ayer Madrid ejerce una influencia definitiva  en todo lo taurino, su gestión debe situarse muy por encima de criterios mercantiles, porque este caso concreto es mucho más con un negocio. De ahí que no se pueda gestionar desde la base de un concurso de adjudicación que, en el fondo, no deja de ser una subasta, por más que se le sobrepongan matices reglamentarios..

En lo taurino y en lo no taurino, modelos experimentados hay en la actualidad. Y no hay  que fijarse en Pamplona y en sus Sanfermines, que es un caso totalmente singular e irrepetible. Baste pensar en la conocida como gestión interesada, por ejemplo. Claro que eso no se puede llevar a cabo a base de amigos y amateurs, que vienen bien cuando se trata de que todo se apruebe y todo se aplauda; eso exige dedicación, profesionalidad y transparencia.  

©Antonio Petit  Caro

domingo, 13 de junio de 2010

¿Aplaudir es de tontos?

Madrid, 12 de junio de 2010
Tarde desapacible en Las Ventas. Desapacible por la climatología, por el estado del ruedo –-convertido en pista de patinaje--, por el ambiente enrarecido que volvió a crearse en una parte de los tendidos. El resultado final no podía ser otro que una tarde perfectamente prescindible en el calendario del  aficionado.
El descolgado cartel de figuras ya de por sí estaba –este sí que sí— fuera de cacho, en la misma medida que no era otra cosa que una situación forzada por circunstancias tan marginales como la decisión de José Tomás de no dejarse televisar. Caído el torero en Aguascalientes, todo lo demás era una cuestión  que más que nada interesaba a la empresa: salvar la tarde, porque al arrime de José Tomas había colocado muchas localidades de uno de los abonos más flojos de los que ha organizado a su paso por Madrid.
Para complementar la cosa, una parte de la afición fue al tendido con el pie cambiado, creando un clima tan incómodo como injusto. Por los pasillos había quien opinaba que era consecuencia de lo que calificaban como provocación: las declaraciones de los empresarios y del responsable del Centro de Asuntos Taurinos, convertidas en un rosario de mutuas alabanzas y de defensa a ultranza de lo indefendible, esto es: las bondades de lo hecho en San Isidro y en el Aniversario. Será por eso, o será por cualquier otra cosa, pero el ambiente estaba en un tris de darle la razón a “Guerrita”: “en Madrid que toree San Isidro”.
Pagano principal fue “El Juli” –de tabaco y oro--, víctima de esa especie de axioma según el cual aplaudir es de tontos e ignorantes. Estuvo el madrileño hecho un torero serio y responsable con su primero, al que metió en la muleta como pocos profesionales hacen hoy. Y lo mató por arriba. Pues por lo visto no se podía cometer el error, inmenso error, de concederle una oreja, pedida por lo demás de forma absolutamente mayoritaria. Mientras tanto, en el palco tan anchos: habían salvado el envite de la minoría que grita.
Distinto fue el caso de Talavante –de grana y oro— para que los de siempre no tuvieran objeción mayor y si no le cortó la oreja al tercero de la tarde, con el que estuvo muy digno, fue por el mal manejo de la espada.
Pero como la tarde estaba resbaladiza en todos los sentidos, parece como si no se echara cuenta de la guapa corrida que envió El Ventorrillo, con un cuarto magnífico en todos los tercios, que se dejó ir incomprensiblemente Manolo Sánchez –de azul cielo y oro--. Total que acabó la función y a la calle que nos fuimos con la duda de si realmente aplaudir en los toros es cosa de tontos e ignorantes. A cavilar que nos dejaron.

© Antonio Petit Caro

miércoles, 2 de junio de 2010

La verdad del toreo

Corrida de la Beneficencia
Madrid, 2 de junio de 2010
Ni más, ni menos. Ese tercio de quites del tercero de la tarde compendia y enaltece la verdad del toreo, la verdad profunda. Fue, desde luego, la exaltación de la estética, una verdadera explosión de belleza. Pero fue más. Fue la plasmación, tan efímera como eterna, de la esencia misma del arte del toreo.
Y fue tanta la verdad que se creó en el ruedo que con un tercio de quites, tan sólo y nada más que con un tercio de quites, la afición –como decían los viejos revisteros—  salía toreando de la plaza y así seguía cuando enfilaba la calle de Alcalá. No hizo falta ni un trofeo, pero es que esos tenían  una importancia muy relativa en esta tarde para el recuerdo.
La corrida se anunciaba como uno de los pocos acontecimientos de este doble serial, tan largo y deprimente, organizado en Madrid. Y con la forzada caída de los carteles de José Tomás, se había quedado prácticamente en el único. La tarde respondía a ese rango, con lleno de “No hay billetes” y la Infanta Elena presidiendo desde  el Palco regio en nombre de su augusto padre.
Para el acontecimiento hace tiempo que se había seleccionado una corrida de Núñez del Cuvillo, muy pareja de presentación, bien hecha, guapa en su tipo. Ni un reproche que hacer al ganadero. Luego los seis tuvieron el fondo justo y antes de mediarse las faenas al uso ya se venían abajo, sacando a relucir un punto de sosería. Pelearon en general bien con los montados, con la excepción del primero. El mejor de todos ellos, el tercero, muy ovacionado en el arrastre.
Fue justamente en este tercero donde se obró el milagro que tan pocas veces ocurre en una plaza. Su matador, Daniel Luque –de verde manzana y oro— lo había toreado vibrante. Hasta que  Morante de la Puebla –hoy de grana y oro- entró en su quite, un quite colosal a la verónica. Cuando Luque volvió a darle la réplica, debo confesar con sencillez pensé que se equivocaba el muchacho; el equivocado fui yo. Con otro palo artístico muy diferente, pero con temple y con entrega desgranó unas desmayadas verónicas. Y en ese momento saltó la chispa, que fue toda una demostración de torería en Luque, cuando en lugar de irse hacia las tablas, invitó a Morante a que volviera a quitar: unas chicuelinas inolvidables con la plaza puesta en pie. Y otra vez  Luque, replicando por sus propias chicuelinas. La plaza se vino abajo y los toreros se dieron la mano, nada de abrazos y hasta besos como ahora se ven, las manos estrechadas de dos hombres muy toreros.
¿Cuál había sido el misterio que deslumbró como si fuera magia? Tengo para mí que no fue otro que el eterno misterio del toreo. Descrita está la explosión estética. Pero, siendo mucho, nunca puede ser todo, si estamos hablando del arte del toreo. Fue la estética, pero fue el temple, el embarcar al toro con las bambas del capote, para llevarlo muy toreado por abajo y despedirlo sin brusquedades mucho más allá de la cadera. La ley permanente del toreo. Por eso presenciamos un tercio de quites de los que recordaremos siempre.
Este tirón de embrujo se prolongó luego en el cuarto, recibido por Morante con cinco auténticos monumentos al lance a la verónica, con una media belmontina excepcional. Y ahí le salió la raza a Cayetano –hoy deceleste muy pálido y oro--, esa que está aflorándole tan pocas tardes, y  muy en la línea de su abuelo materno, el echó el capote al toro para traérselo con una larga de pie y luego engarzar cuatro lances de frente por detrás templados y con una enorme quietud, con mérito, con arte.
A lo largo de toda la tarde pudimos admirar pasajes brillantes, en este o en aquel muletazo, en la torería de un recorte, en los mil detalles que se admiran en un ruedo. Pero lo crucial, lo diferente, estaba visto ya, entre otras cosas porque los “cuvillos” daban de sí lo que daban y nada más.
La grandeza del arte del toreo radica ahí, en que no son necesarios 60 muletazos, monótonos y cansinos muchas veces, para que una plaza a rebosar vibre al unísono, como el coro mejor empastado que se pueda pensar. Han bastado dos docenas de capotazos desgranados con toda la verdad.

Otrosí: Tratar de aproximarse a lo que pasa por la cabeza de un torero, y más en tarde tan especial como la de hoy, resulta siempre un empeño imposible. Pero tengo para mí que ese tercio de quites tuvo un beneficio colateral: hizo despertar de su mal sueño a Daniel Luque, que desde lo anodino volvió a recuperar su ser. Primero, porque demostró que, antes que otra cosa, es un enamorado del toreo; sólo a quien "ha perdido la cabeza" por este Arte se le puede ocurrir gestos como el de hoy, no sólo de competir con el capote nada menos que con Morante, sino hasta en el detalle, y no es pequeño, de invitarle a ir por delante, cediéndole su turno, y  al no importarle el quebranto que iba a sufrir el toro --que era de triunfo-- con los cinco quites. Pero, además, porque demostró su capacidad para no dejarse ganar la pelea. Por eso, esa vuelta al ruedo, tan digna y tan justa, en el tercero le va a servir durante toda la temporada.
©Antonio Petit Caro